¿Sabías que la vitamina D no es una vitamina, sino una hormona? Como la Vitamina D se sintetiza a partir del colesterol y se modifica mediante una serie de reacciones químicas, acaba transformándose en hormona y, entonces, ¡entra en acción!
Como hormona esteroide es, Tiene la función de controlar más de 200 genes en las células de nuestro cuerpo y tiene influencia indirecta sobre más de 2500 genes en total . Aquí podrás hacerte una idea de la vital importancia que tiene esta hormona para nuestra salud.
La vitamina D tiene muchos beneficios para nuestro organismo, uno de los cuales es ser corresponsable de mantener la salud de nuestros huesos.
Otras de sus funciones principales son:
- Reducir el riesgo de infecciones respiratorias y alergias.
- Aumentar la inmunidad
- Contribuir a la lucha contra las enfermedades.
- Estimular la mineralización ósea.
- Reducir los riesgos asociados con el cáncer, los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares.
- Reducir el riesgo asociado con la diabetes tipo 2
La vitamina D se encuentra en alimentos como el salmón, las sardinas, las espinacas, las yemas de huevo, el hígado de res, el aceite de bacalao, entre otros... La exposición directa al sol también ayuda a sintetizar esta hormona, lo ideal sería exponerse al sol durante al menos menos 20 minutos diarios.
Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, la dieta y la exposición solar por sí solas no son suficientes para alcanzar niveles óptimos de Vitamina D en el organismo, por lo que es necesaria la suplementación.
La vitamina D es esencial para la vida.
En Europa alrededor 2/3 de la población tiene deficiencia de esta vitamina , lo que afecta negativamente a la salud.
¿Cuál es la dosis recomendada?
En verano: 2000UI
En primavera y otoño: 3000UI
En invierno: 5000UI
En casos de insuficiencia: 10000UI
La vitamina D debe combinarse con Vitamina K2 que actúa principalmente sobre la salud de los vasos sanguíneos.
Suplementación de vitamina K2 junto con vitamina D Es esencial porque ambos trabajan sinérgicamente para promover la salud ósea y cardiovascular. La vitamina D aumenta la absorción de calcio en el intestino, mientras que la vitamina K2 asegura que este calcio se dirija a los huesos y dientes, evitando su acumulación en lugares no deseados, como arterias y tejidos blandos. Juntos, ayudan a prevenir la osteoporosis, reducen el riesgo de calcificación arterial y promueven el equilibrio óptimo del calcio en el cuerpo.
Antes de iniciar cualquier tipo de suplementación, te recomendamos consultar con un especialista.
